Responderemos: «P3 - En Génesis 1:26 dice: “Entonces dijo Dios: ‘Hagamos’”. ¿“Dijo Dios” o “dijeron: hagamos”?» y «P4 - De acuerdo a 1 Timoteo 3:16 que dice: “Dios se manifestó en carne”. ¿Dios Padre se hizo carne? ¿Dios Hijo se hizo carne? Si fuera la segunda, ¿el Hijo se entrega?».
Continuamos con esta investigación; esta vez es la segunda parte en la cual daremos respuesta bíblica a las preguntas 3 y 4.
Estructura de la Investigación:
PARTE 1: Pregunta 1 y Pregunta 2: ±24 págs.
PARTE 2: Pregunta 3 y Pregunta 4: ±27 págs.
PARTE 3: Anexos I al VIII: ±16 págs.
PARTE 4: Anexos IX al X más Conclusión y Plus: ±19 págs.
[Contenido General en Parte 1.]
¡Continuemos!
P3 - En Génesis 1:26 dice: “Entonces dijo Dios: ‘Hagamos’”. ¿“Dijo Dios” o “dijeron: hagamos”?
R3 - Este versículo justamente es prueba de la Pluralidad Divina. Analicémoslo:
“Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree […]’ Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” (Gén. 1:26pp-27)
Vayamos por partes, ordenadamente:
1. Antes que nada, la palabra más importante: “DIOS”. Solo en los dos primeros capítulos de Génesis se menciona ¡46 veces! La misma palabra hebrea se repite de manera excesiva:
denota un fuerte énfasis en que el protagonista es Dios.
La palabra hebrea para “dios” es “elóaj” [Strong H433] que es un sustantivo singular, que se traduce como “dios” o “Dios” (con mayúscula) según el contexto. Lo curioso es que no se usa esta palabra en estos capítulos (como vemos en la imagen tiene otro código).
La palabra que utiliza Moisés por inspiración divina es “Elohim”. El asunto es que “elohim” es plural; ordinariamente se traduce como “dioses” en un contexto de paganismo, apostasía, adulterio espiritual e idolatría. Pero en un contexto en el cual se refiere al Todopoderoso se traduce como “Dios”.
PLURAL: “H430 אֱלֹהִים elojím plural de H433; dioses en el sentido ordinario; pero específicamente que se usa (en plural así, específicamente con el artículo) del Dios supremo; ocasionalmente se aplica como forma deferente a magistrados; y algunas veces como superlativo:- ángeles, Dios (dioses), diosa, extremo, grande, ídolo, juez, poderoso, rey.”
Como vemos tiene otras acepciones también.
SINGULAR: “H433 אֱלוֹהַּ elóaj rara vez (abreviación) אֱלֹהַּ elóaj; probablemente prolongado (enfáticamente) de H410; una deidad o la Deidad:- Dios, dios. Véase H430.”
Claramente singular.
Entendamos: la palabra hebrea plural para “dioses” se traduce en singular como “Dios”. Esto significa que le da al sentido de la palabra “DIOS” una pluralidad, le da un concepto de conjunto, de colectivo unido. Como ocurre con los sustantivos colectivos, no será “los maizales” si se refiere a un solo conjunto de maíces sino “el maizal”. Pero no nos confundamos: no es un Dios constituido por dioses. No. El conjunto es Dios, no cada individuo por separado. Por ejemplo, un cardumen es un conjunto de peces. Pero Cada pez no es un cardumen, es un pez. La unión de peces constituye el cardumen. De igual manera, Dios es el conjunto de seres celestiales divinos. Cada Uno no es un Dios por separado, sumando tres dioses. Sino que la unión de los Tres Seres Celestiales constituye al Conjunto llamado Dios. La mayor analogía es el Matrimonio. Cada individuo no es un matrimonio: sino que la unión de los dos individuos constituyen el Conjunto llamado Matrimonio. Luego profundizaremos. Pero continuemos con este versículo.
En general, “elóaj” se usa 99 veces en la Biblia contra 2200 veces que se usa “elohim”: lo cual es lógico porque es la palabra más utilizada para referirse al Todopoderoso. En la Biblia se usa muy poco el singular elóaj para referirse a Jehovah. Por alguna razón Yahweh elige el plural. Como dijimos, entonces, la palabra elohim, plural de elóaj, únicamente se traduce como “Dios” cuando se refiere según el contexto al Todopoderoso; de esta manera la palabra “Dios”, se transforma en un sustantivo colectivo [otro ejemplo de sustantivo colectivo es “iglesia”: conjunto de fieles].
Continuemos…
2. ¿Quién fue el Autor material de la Creación de la Tierra y del Universo?
La "TriUnidad" –para no confundirla con la “trinidad”, doctrina católica aberrante que es totalmente diferente a la bíblica– estuvo presente en la Creación. Pero Uno fue el Autor que “hizo” las cosas. Veamos qué dicen las Escrituras sobre Quién fue de los Tres:
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” (Heb. 11:3)
La Biblia es clara: Dios creó el universo de la nada por medio de su palabra. Pero aquí no especifica cuál de las Personas que constituyen a Dios, pues no hablaron todos al mismo tiempo, fue Uno[AEP1] .
“Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de Él.” (1Cor. 8:4-6)
“Porque hay un solo Dios, y un solo Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a Sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1Tim. 2:5-6)
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” (Jn. 1:1-4, 14)
En estos tres textos se encierran muchos conceptos pero nos centraremos en lo relacionado al tema.
a. Corintios: Dios es uno; “no hay más que un Dios”. No hay dioses, solo hay un Dios. Pero este Dios está compuesto de Individuos Celestiales y Todopoderosos como explicará un poco Juan. “sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para Él”: del Padre procede todo porque la decisión de crear viene de Él. “Y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de Él”. Por medio de Jesucristo son hechas todas las cosas, porque Quien lleva a cabo el “trabajo de creación” es el Hijo. Y el Espíritu también acompañaba (Gén. 1:2) [acto que denota individualidad] siendo parte de las decisiones y de los actos. Como un grupo de trabajo: humanamente podríamos decir: el jefe, el trabajador y el asistente; analogía pobre pero ilustrativa. Entonces, la TriUnidad creó todo, pero el Ser Celestial que “trabajó” fue Cristo.
DIOS ESPÍRITU: Muchos versículos muestran cualidades y acciones propias de un individuo por parte del Consolador. Pero tan solo la palabra ya da una idea. En hebreo dice “Ruaj Elohim” o sea “Espíritu Dios”. El Dicc. Strong define: “H7307 רוּחַ rúakj de H7306; viento; por semejanza aliento, i.e. una exhalación sensible (o incluso violenta); figurativamente vida, ira, insustancial; por extens. región del cielo; por semejanza espíritu, pero solo de un ser racional (incl. su expresión y funciones):- aire, aliento, ánimo, enojo, espíritu, hálito, ímpetu, ira, lado, respiración, soplar, soplo, tempestuoso, vacío, en vano, viento.”
En Gén. 1:2 dice que el Espíritu se “movía”, la palabra “rakjáf” [H7363]. Significa “empollar; por implicación estar tranquilo:- mover, temblar”.
Solo un Ser racional puede estar tranquilo en algún lugar; el viento no está tranquilo, el viento se desplaza, sino no es viento; una fuerza no puede estar tranquila. “Estar tranquilo” es una acción de un ser personal. Otros versículos dicen que intercede, que convence, que gime por las necesidades nuestras, que se entristece, que da testimonio, que consuela, que inspira, que edifica, que reparte dones según conviene, que se enoja y pelea (ver Isa. 63:10)… etc. Solo una Persona puede hacer estas cosas. En griego se lo llama: “Parákletos”, el Consolador, y “Pneúma Jágios”, el Espíritu Santo. Títulos conforme a sus funciones. Incluso, en hebreo, en el A.T., se usa tres veces “Códesh Rúakj” que significa: “Códesh” [H6944] “Santo” y “Rúakj” [H7307], “Espíritu” (ver Sal. 51:11 e Isa. 63:10-11).
G3875 parákletos intercesor, consolador:- abogado, consolador.
G4151 pneúma de G4154; corriente de aire, i.e. respiración (soplo) o brisa; por analogía o figurativamente un espíritu, i.e. (humano) el alma racional, (por implicación) principio vital, mentalmente disposición, etc., o (sobrehumano) ángel, demonio, o Dios (divino), espíritu de Cristo, el Espíritu Santo:- aliento, espíritu, espiritual, viento. Compare G5590. + G40 jágios de jágos (cosa terrible) [Compare G53, H2282]; sagrado (físicamente puro, moralmente sin culpa o religioso, ceremonialmente consagrado):- santísimo, santo, santa.
Hace poco leí que una persona (seguramente sincera pero confundida en este aspecto) escribió que en el N.T. original no existe lo de “Espíritu Santo”, que solo dice “Espíritu” y que lo de “Santo” fue un agregado de los traductores. Pero no es así. En griego dice: “Pneúma Jágios”: Pneúma es Espíritu y Jágios es Santo (ver Mt. 1:18; Heb. 2:4; 2Ped. 1:21; Jud. 1:20; etc.). Uno de sus tantos títulos.
Y algo más.
“Por tanto os digo: ‘Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero’.” (Mt. 12:31-32)
Cristo Jesús compara la blasfemia contra Él, que es una Persona, con la blasfemia contra el Espíritu, otra Persona. No se puede blasfemar contra un viento, un espíritu impersonal o una fuerza, pues la blasfemia es únicamente contra Dios. Solo puede blasfemarse contra Una de las Personas de la Divinidad. Y Jesús dice que no será perdonada la blasfemia que se haga en contra del Consolador.
Entonces del Padre procede todo porque fue su decisión; pero el Ejecutor fue Jesucristo porque por medio de Jesucristo fue hecho todo. Sigamos.
b. Timoteo: “hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” El Padre es Dios y se mantiene sin mezcla de naturalezas: solo tiene la naturaleza divina [así como el Espíritu, pero su función no es de juez sino de consolador, purificador, fortalecedor y transformador]; por eso el Padre no es digno de abrir los sellos del libro, solo tiene una naturaleza. El Hijo también es Dios pero desde que se encarnó tiene una peculiaridad sorprendente: posee doble naturaleza.
Solo Uno que adquiriera esta característica y muriera por los pecadores podía abrir el libro de Ap 5. Esa característica es la fusión de naturalezas que ni el Padre ni el Espíritu adquirieron. Esta mezcla es la base de la arquitectura de un “puente”. Se presenta a “Jesucristo hombre” (pues Él mantiene la naturaleza humana aunque ahora glorificada, sin embargo también mantiene su esencia divina); es el nexo entre la Divinidad (sin mezcla con humanidad) y la Humanidad (sin mezcla de divinidad). Solo un Ser en el Universo tiene la combinación de las dos naturalezas: la divina y la humana; y solo Él puede hacer de puente entre las dos naturalezas. Solo Jesús puede ser la “escalera” que une el Cielo con la Tierra (ver Gén. 28:10-19 y Jn. 1:47-51). Jesús es el único y verdadero Sumo Pontífice: el único y verdadero Constructor de Puentes entre Dios y el pecador. Es por causa de esa fusión de naturalezas que especifica: “Jesucristo hombre”.
NOMBRE COMPUESTO. Solo con su Nombre escrito (en el original griego) se nos muestra que la salvación viene de Él. “Jesucristo” o “Cristo Jesús” (se traduce de ambas maneras) está formado por “Jristós Iesoús” significa:
♦ G5547 Jristós de G5548; ungido, i.e. el Mesías, epíteto de Jesús:- Cristo, Jesucristo, Mesías. +
♦ G2424 Iesoús de origen hebreo [H3091]; Jesús (i.e. Yejoshúa), nombre de nuestro Señor y de otros dos (tres) israelitas:- Jesús, Josué. En hebreo: H3091 Yejoshúa de H3068 (YHWH= Jehovah o Yahweh) y H3467 (yasha= salvación, victoria.): “Jehovah es Salvación” o “Jehovah salva”.
Es decir que significa: “el Ungido de Jehovah salva”. El Mesías fue Quien se encarnó: por eso es Jesucristo hombre. Y fue Él porque es el Autor Material de la Creación. Es el Responsable directo de nuestra existencia y por eso Él debía morir –si quería– por nosotros.
Y es por causa de esta amalgama de esencias que a Cristo se lo llama tanto “Hijo de Dios” como “Hijo del Hombre”, haciendo alusión a la naturaleza divina y la humana respectivamente:
“Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: ‘Verdaderamente eres Hijo de Dios’.” (Mt. 14:33)
“[Dijo Jesús:] Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” (Mt. 16:27)
c. Juan: Pablo nos dice que Dios es uno. Y tiene razón. Y nos dijo que el Padre es Dios. También tiene razón. Pero ahora Juan nos explicará que el Hijo también es Dios. Este apóstol estuvo principalmente ocupado en mostrar la Divinidad de Cristo tanto en su Evangelio como en sus Cartas y en el Apocalipsis. Por eso identifica al “Verbo” como Aquel que luego se había encarnado: Cristo Jesús. Juan nos explica detalles.
“En el principio era el Verbo”: Jesús es Eterno, por eso Él declaró: “Jesús les dijo:’ De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, Yo Soy’” (Jn. 8:58); Jesús es el Gran Yo Soy.
“y el Verbo era con Dios”: Jesús, antes de encarnarse, estaba junto al Padre y junto al Espíritu, pues estaba “con Dios”; notemos la preposición que usa.
“y el Verbo era Dios”: porque no solo estaba con Ellos sino que pertenecía al Trío Celestial: Jesús es Dios, es un Ser Divino;
“Este era en el principio con Dios”: y todo lo anterior desde el principio. Los Tres Seres Divinos son Eternos y constituyen a la Unidad Dios. Juntos son el Dios Verdadero, un solo Dios.
Para quitarnos dudas de que no son una sola entidad que se subdivide o que es una sola persona que se muestra de una u otra forma de acuerdo a su función; sino que realmente son Individuos separados uno de otro, con personalidad distintiva y pensamiento propio, veamos el original griego. Aunque estaría bueno ver todos los vocablos, analizaremos solo tres:
1. “Verbo”: “G3056 lógos de G3004; algo dicho (incluido el pensamiento); por implicación tema (sujeto del discurso), también razonamiento (facultad mental) o motivo; por extensión cálculo; específicamente (con el artículo en Juan) la Expresión Divina (i.e. Cristo):- noticia, palabra, plática, pleito, predicar, pregunta, propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta, decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase, hablar, hecho, mensaje.” Lógos se traduce en este contexto como “LA PALABRA”.
2. “era”: “G2258 jén imperfecto de G1510; Yo (tú, etc.) estaba (estabas, estábamos):- (yo) era, estuviere, (tú) eras, estuvieres, fui, fuimos.” Jén se traduce según el contexto como “SER” o “ESTAR”.
3. “con”: “G4314 pros forma fortificada de G4253; preposición de dirección; hacia, i.e. hacia (con el genitivo el lado de, i.e. pertinente a; con el dativo por el lado de, i.e. cerca a; por lo general con el acusativo, el lugar, tiempo, ocasión, o respecto, que es el destino de la relación, i.e. a lo que o por lo que se enuncia en el predicado):- acercar, las cosas (necesarias). En composición denota esencialmente las mismas aplicaciones, es decir, movimiento hacia, acceso a, o cercanía a.” Pros se traduce según el contexto como “hacia” o “cerca a”/“cerca de”. Indica CERCANÍA a algo o a alguien.
DIOS ESTABA CON DIOS. Es por eso que el texto no dice: “el Verbo era dentro de Dios” ni “el Verbo era en Dios”, tampoco “el Verbo estaba dentro de Dios”, ni siquiera “el Verbo estaba en Dios”. El texto realmente dice: “la Palabra estaba cerca de Dios”. Lo que implica que la Palabra era un Individuo separado del Padre; pero como agrega que la “Palabra era Dios” implica que Dios es un grupo de Individuos Divinos que comparten la misma naturaleza con la Palabra. Seres personales. Individuos celestiales. Personas particulares. Que están muy cerca entre Sí. Y que juntas son un único Dios.
Traducciones más exactas a la RV1960 [con respecto a este versículo] son, por ejemplo: “Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella existía al principio junto a Dios.” (Jn. 1:1-2 BNP) “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios.” (Jer 2001)
ADREDE. En la versión Nacar Colunga, y en obvia defensa de la trinidad católica [en la cual el Padre engendra al Hijo y ambos engendran al Espíritu], Eloíno Nacar y Alberto Colunga MAL TRADUCEN así: “Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba al principio en Dios.” (Jn. 1:1-2 NC). Esto es a propósito, pues la palabra pros, como vimos, no significa “en” o “dentro de” sino “cerca de/a”. Un cambio intencional.
Por otro lado, como otro ejemplo mal intencionado [tristemente], la versión de los Testigos de Jehová le agrega un artículo indefinido a la palabra Dios que en el griego no está y la palabra Dios la escriben con minúscula, dándole así a Cristo la calificación falsa de un dios menor. O sea dos dioses, esto se parece más a la mitología que a la doctrina bíblica. Mal traducen: “En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios.” (Jn. 1:1 TNM)
:O En ambos casos se está tergiversando lo que Dios inspiró. Y está terminantemente prohibido modificar, quitar o agregar algo a o de las Escrituras. Adrede, cambian el sentido de lo escrito para hacer que diga lo que ellos quieren que diga. Terrible. “Yo [Cristo Jesús] testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del Libro de la vida, y de la Santa Ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”(Ap. 22:18-19) Por extensión lógica esta advertencia es para toda la Palabra de Dios. Tenemos que tener mucho cuidado con “hacerle decir” a la Biblia lo que no dice.
Por último, hablemos sobre el v. 3 de Juan 1 (que es lo que nos trajo a estos textos): “Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Conectado íntimamente con lo que dijo en los versículos 1 y 2: “la Palabra”, “la Expresión Divina”. Jesús es la Palabra porque, entre otras cosas, es mediante su Palabra o Expresión Divina con que crea todas las cosas. No necesita nada más... [Con la humanidad hizo algo diferente (esculturas en barro) pero no por necesidad sino por mostrar cuidado y amor especial.] El inspirado apóstol presenta a Jesucristo como el Lógos. Pues tan solo por la palabra creó todo de la nada y “sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. La Biblia dice de Cristo: “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. Él junta como montón las aguas del mar; Él pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de Él todos los habitantes del mundo. Porque Él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió.” (Sal. 33:6-9) Ejemplo práctico: “Y dijo Dios: ‘Sea la luz’; y fue la luz.” (Gén. 1:3) Jesucristo, el Todopoderoso, Autor de la creación, ordenó lo que debía existir y entonces ‘eso’ comenzaba a existir. Es Dios Creador. Algo que hoy se pone en tela de juicio ante la incredulidad de muchos, el panteísmo, la evolución, etc.; parte vital del final del Conflicto: “diciendo [el ángel] a gran voz: ‘Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a Aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas’.” (Ap. 14:7)
En el Salmo 33, como todavía no se había encarnado, a Cristo se lo llama con el Nombre “Jehovah” o “Yahweh” que en el original es: “יְהוָֹה Yejová[1] (el) auto Existente o Eterno”. Las vocales fueron agregadas: en realidad es el tetragrámaton “YHWH” que es el Nombre de Dios (y del cual se ha perdido su pronunciación); deriva de “H1961 הָיָה jayá; existir”. Varios versículos muestran que tanto el Espíritu, como el Hijo como el Padre se hacen llamar igual. Es un Nombre que comparten (como cuando uno comparte un apellido con su familia). La “explicación” o la “ampliación” de este Nombre es: “Yo Soy el que Soy”.
“[y volvió] al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el Nombre de Jehová.” (Gén. 13:4)
“Elohim habló a Moshe, Él le dijo: "Yo soy YAHWEH. Yo me aparecí a Avraham, Yitzjak y Ya'akov como El Shaddai, ¿no me hice conocer a ellos por Mi Nombre, Yud-Heh-Vav-Heh [YAHWEH]?” (Éx. 6:2-3 Kadosh) Reemplazado con las palabras en castellano sería: “Dios habló a Moisés, Él le dijo: "Yo soy YaHWeH. Yo me aparecí a Abraham, Isaac y Jacob como el Dios Todopoderoso, ¿no me hice conocer a ellos por Mi Nombre, YHWH [YaHWeH]?”
“Y respondió Dios a Moisés: «YO SOY EL QUE SOY». Y dijo: «Así dirás a los hijos de Israel: ‘YO SOY me envió a vosotros’».” (Éx. 3:14)
Jesús se declaró el “Yo Soy” del A.T.: por ejemplo en Jn. 8:58: “Antes que Abraham fuese, Yo Soy” como leímos. Pero antes también había dicho: “Les dijo, pues, Jesús: ‘Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que Yo Soy, y que nada hago por Mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo’.” (Jn. 8:28) Una relación íntima y de obediencia: como hombre Jesús obedecía al Padre. Pero antes de hacerse humano, a pesar de ser iguales, de todas maneras se nota que entre la Deidad hay “jerarquías funcionales”; hay un orden. Ninguno es superior al Otro sino que tienen cargos distintos. Y como “Dios es un Dios de orden” no nos extraña: así como el hombre es cabeza de la mujer, pero ambos son seres humanos iguales ante Dios, los Seres Celestiales Divinos son iguales en naturaleza pero cada Uno tiene su posición, su responsabilidad, su área de funciones, su cargo. El Padre no es Mayor en cuanto a su Esencia, sino Mayor en cuanto a su Cargo.
Vale aclarar que: en el N.T., por simplificación, muchas veces se escribe “Dios” a secas para referirse al Padre, dependiendo del contexto; sino, se refiere a la TriUnidad Divina. El contexto aclara a qué se refiere. Pero esto es por mera simplificación de nombres: Dios, Jesucristo y Espíritu Santo. Hemos visto ya varios ejemplos de ambos casos. En realidad, juntos conforman a Dios.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Fil. 2:5-8)
Este versículo muestra que Jesús no era, “físicamente” hablando, parte del Padre. Sino que siempre fueron Personas distintas.
TRINIDAD CATÓLICA. De hecho, esa conclusión (que físicamente son el mismo y que “sale” del Padre) es muy parecida a la doctrina católica o está muy emparentada. La trinidad católica dice que Jesús salió del Padre, engendrado literalmente en un acto de amor auto-satisfactorio (así lo explica un teólogo católico) sosteniendo que primero existió el Padre y luego el Hijo; y más tarde, en un acto de amor entre ambos, engendraron al Espíritu. Los detalles de la doctrina católica de la trinidad no los tocaré, pero ese es el resumen. Una barbaridad.
Este versículo declara que Jesús antes de encarnarse, y siendo Dios, no pensó –lo que denota individuo– quedarse así a expensas de la pérdida del hombre. Él decidió –lo que también denota individuo– despojarse de la divinidad y humillarse ya por el solo hecho de formar parte de la raza humana caída. Los detalles no los tenemos, somos seres finitos para comprender el misterio de la piedad, que como tal, no nos fue revelado. Solo sabemos que fue engendrado por el Espíritu utilizando a una virgen para hacer el milagro. Pero se deja bien claro que la decisión vino del propio Hijo, quien decidió despojarse de su forma divina y tomar la de siervo para salvar a su creación rebelde. Cristo fue un Individuo separado del Padre desde la eternidad; el Consolador también. E interactúan tanto en su gobierno como en su deseo de salvar a la humanidad, tomando decisiones y actuando conforme a la función y responsabilidad de cada uno.
Algo más, Fil. 2:5-8 también habla de la fusión de esencias de Cristo Jesús, la divina y la humana. De la naturaleza divina dice: “siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”. De la naturaleza humana dice: “sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre”.
Retomemos entonces, es Jesús, la Palabra, el Autor o “Albañil Supremo” de la Creación: pues “todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” “porque Él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió”. Jesucristo es el Lógos. Queda claro que Jesús también es Dios: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” (Heb. 11:3)
“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” (2Cor. 4:3-4)
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten; y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, Él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud, y por medio de Él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.” (Col. 1:15-20)
Ambos textos señalan lo mismo, pero Pablo a los Colosenses agrega más detalles sobre el mismo tema. Solo Dios puede ser Creador. Nadie tiene la capacidad de crear de la nada. Jesucristo es Dios Todopoderoso: creó absolutamente todo y de la nada. Yo puedo crear un jarrón de barro y puedo hacer barro incluso echándole agua a la tierra, pero no puedo crear tierra. Dios sí. Y en estos versículos afirma que Jesús creó todo, incluyendo a los ángeles. “Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten”. Cristo es el Creador y el Sustentador de absolutamente todo.
Lo de “primogénito” ya lo vimos: se usa en el sentido de preeminencia: “el primogénito de toda creación” “el primogénito de entre los muertos”. Se destaca su superioridad sobre todo “para que en todo tenga la preeminencia”.
REFLEJO. Cristo es la imagen de Dios. Una imagen refleja a otro. No son la misma Persona pero son Iguales en esencia. De un niño puede decirse: “es la imagen de su padre” porque es igual a él, pero no es él, es otro individuo. En el Apocalipsis la segunda bestia es imagen de la primera porque la refleja en su esencia: son lo mismo, pero no son la misma bestia: son dos. De la misma forma el Hijo refleja al Padre porque en esencia son iguales, en naturaleza y en carácter. Pero para reflejarlo, tiene que ser un Individuo aparte. Dice Pablo: “el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia[2]” (Heb. 1:3pp) “quien, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen exacta de su esencia” (NVP). Jesús puede reflejar al Padre porque comparte su naturaleza y carácter. Porque Jesucristo también es Dios.
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a Quien constituyó heredero de todo, y por Quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y Quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de Sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Heb. 1:1-3)
Impresionante declaración: fue el Hijo el que creó todas las cosas, por eso fue el Único que podía purificarnos de nuestros pecados muriendo en nuestro lugar. Solo nuestro Hacedor podía sustituirnos. Solo el Creador material podía hacerse cargo de la caída de sus criaturas y redimirlas.
Notemos, como antes, la diferencia cuando habla de una persona en referencia a esa misma persona “de Sí mismo” y cuando habla de personas diferentes: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas”, “a Quien constituyó heredero”, “por Quien asimismo hizo el universo” “[el Hijo] se sentó a la diestra de la Majestad”. Bien diferente.
En este pasaje –y los anteriores– queda clarísimo que el Creador es Cristo Jesús, el Hijo de Dios. Y también que Cristo es el Sustentador de todas las cosas. Así como puede crear todo por medio de su palabra (por eso es el Lógos), también las sustenta por medio de su palabra. Y no solo la Tierra, ¡todo lo que existe! ¡El Universo entero fue hecho y es sustentado por nuestro Señor Jesucristo! ¡Alabado sea su Nombre!
Otra vez se muestra además que el que toma la decisión de crear todo es el Padre pero que lo hace por medio de su Hijo. Es su forma de compartir y delegar la maravilla de Creación. Pues dice: “por Quien asimismo hizo el universo”. Como hemos leído entonces, Quien fue el Autor material de la creación fue Cristo, Aquel que estaba cerca de Dios porque Él también es Dios. De modo que “por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” (Heb. 11:3)
3. Ahora sí analicemos el verbo conjugado “dijo”. Lo cual ahora es super fácil o sencillo de entender. Estaban los Tres presentes: Dios el Padre, Quien había tomado la decisión de crear todo, por eso de Él “proceden todas las cosas” (1Cor. 8:6); Dios Espíritu, Quien siendo integrante activo de la TriUnidad Divina también estaba presente, y por eso “el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” (Gén 1:2) [“Espíritu Dios”: “Rúakj Elohim” H7307+ H430]; y Dios el Hijo, Quien es el que “trabajó” pues “todas las cosas por Él fueron hechas” (Jn. 1:3pp).
Eso quiere decir que Uno de Ellos habló con sus otros Dos Colaboradores Divinos. El Padre habló, como el que toma la decisión, integrando y consultando con el resto de su Equipo. El Padre les dijo “hagamos” porque todo procede de Él. Por eso, hablando del Padre, dicen: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque Tú creaste todas las cosas, y por tu Voluntad existen y fueron creadas.” (Ap. 4:11) Dios Padre, fue el “Arquitecto”, y Dios Hijo, el “Maestro Mayor de Obras y Albañil”.
Y como estaba hablando con Seres que compartían su misma esencia les dijo: “a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Cuando Dios Padre les dijo a sus Compañeros de Fórmula: “Hagamos al hombre”, entonces el Hijo implementó el plan, hizo barro, formó al hombre y le dio vida.
Como paralelos de diálogo, tres ejemplos:
1. En un encuentro de matrimonios, ante una pregunta, habla solo un integrante del matrimonio equis pero se dice que ‘habló el matrimonio equis’. Sin embargo el que hable se expresará en plural cuando se refiera a los dos: “Hicimos, charlamos, fuimos, volvimos” porque son dos. Pero se toma como que ‘habló el matrimonio’ (como conjunto) aunque solo uno de sus integrantes haya hablado, por lógica. Podríamos decir: “el Matrimonio dijo que vendrían”.
2. En un grupo de trabajo, generalmente hay uno a cargo (o al menos un vocero) quien hablará por el resto, sin embargo todos trabajan y todos son responsables. Puede entonces existir uno dedicado a la alabanza (comisión, equipo, grupo). Y cuando los integrantes comuniquen la decisión que tomaron acerca de un tema: se podrá decir “la comisión tomó la siguiente decisión” pero hablará uno solo de ellos y éste dirá: “hemos estado dilucidando”.
3. En un juicio estadounidense hay un jurado pero está compuesto por varias personas; también hay un portavoz quien interactúa y le da la decisión tomada al juez; sin embargo se dice: ‘el jurado decidió’, ‘el jurado está deliberando’ etc. como si fuera una persona, pero son muchas; incluso podrían decir: “necesitamos más tiempo”.
Es lo que encontramos en Génesis 1. El conjunto Dios “creó” pero cuando habla Uno de Ellos conjuga los verbos en plural “hagamos” y utiliza un adjetivo posesivo plural “nuestra”.
Hay quienes dicen que Dios le hablaba a los ángeles. El problema es que ellos no comparten la esencia de Dios. Los ángeles no tienen naturaleza divina. Así que el Dios que habló tenía que estar hablando con Otro u Otros iguales a Él. Como dijimos, no ‘dioses’, sino que habló con Seres Divinos como Él. Y como los Tres Seres Divinos conforman a Dios, cualquiera de los Tres puede ser llamado “Dios” [también comparten Título y Nombre]. Por eso como leímos antes, el Padre le dijo “Dios” al Hijo. “Mas del Hijo dice: ‘Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo” (Heb. 1:8pp). Y por eso comparten el mismo Nombre: “YHWH” [Yahweh].
NUESTRA IMAGEN Y SEMEJANZA. Esta imagen y semejanza en Gén. 1:26 no solo se refiere al carácter, a la apariencia, a la santidad, y al reinado (“señoreen”), incluye también la relación íntima que existe entre la Deidad; por eso crea “al Hombre” (sin artículo definido en el hebreo, “humanidad”) incluyendo al hombre y a la mujer (“varón y hembra” aclara después), para que al casarse sean como uno (2:24); y por eso luego dice que “dominen” (verbo hebreo conjugado en plural) porque se refiere a los dos (27), aunque habla del hombre (singular). Como no se nota en la traducción de la RV1960, veamos otras mejor traducidas:
“Y dijo Dios: ‘Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves del cielo, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los reptiles que reptan por la tierra’.” (Jer 2001)
“Y dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoreen […]’.” (RV 1862)
“Entonces Elohim dijo: ‘Hagamos a la humanidad a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y reinen sobre […]’.” ("Kadosh")
“Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tengan ellos dominio sobre […]’.” (VM)
“Y dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen […]’.” (BNP)
“Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre […]’.” (BTX)
“Entonces Elohim dijo: ‘Hagamos a la humanidad a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y reinen sobre […]’." (DA)
Este ‘juego’ de plural y singular en la cual se refiere a la humanidad, en singular obvio pues es un sustantivo colectivo, pero que conjuga los verbos en plural; o sea, que está hablando del hombre pero en vez de decir “domine” dice “dominen”; este juego también es utilizado con DIOS, la UNIDAD SUPREMA, en la cual un solo Dios crea cosas pero usa plurales al hablar entre Ellos. Es el mismo ‘juego’ de plural y singular y no por nada está. El Dios de los Detalles, una vez más, nos está mostrando algo. Así como “varón y hembra” son uno pero son dos, las Tres Personas Celestiales son Uno pero son Tres.
Esta imagen y semejanza se refiere especialmente a la unión íntima que existe en el matrimonio. El ser humano fue creado con “matrimonio” incluido [esto no significa que sea obligación casarse y formar una familia, sino que se habla en general]. A diferencia de los ángeles que no se casan ni se dan en casamiento, hombre y mujer forman una sola carne: en este sentido, los ángeles no fueron creados a imagen de Dios; sí lo fueron en carácter, apariencia general, perfección y santidad, por supuesto, pero no en la unión de vida de seres (obviamente, esto va más allá de la sexualidad, esto se refiere a su compañerismo, dependencia, interrelación y unidad). Así como nosotros, cuando seamos glorificados; que tampoco nos casaremos sino que todos viviremos en compañerismo, respeto y amor. “Jesús les contestó: ‘En la vida presente, los hombres y las mujeres se casan; pero aquellos que Dios juzgue que merecen gozar de la vida venidera y resucitar, sean hombres o mujeres, ya no se casarán, porque ya no pueden morir. Pues serán como los ángeles, y serán hijos de Dios por haber resucitado’.” (Lc. 20:34-36) “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.” (Mt. 22:30)
Como dijimos DIOS crea “al Hombre” (sin el artículo definido en el hebreo) como ‘Humanidad’, incluyendo al hombre y a la mujer, para que al casarse sean una sola carne. Esto se nota bien aquí: “Y dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos y todos los reptiles’. Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó.” (Gén. 1:26-27 BNP) La humanidad fue hecha a imagen de Dios, no el varón ni la mujer, sino la humanidad; y por eso la humanidad se compone de pares que se complementan, “varón y mujer”. La ida y venida entre singular y plural, entre “hombre” (como humanidad) creado a imagen de Dios y “hombre y mujer” que reinan juntos, refleja al Trío Celestial. Más aún en 2:24 dice: “Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.” (NVI 1999) Pero no “se funden” literalmente “en un solo ser”, siguen siendo dos; pero en completa unidad.
En otras palabras, el matrimonio existe por tres razones: una –ligada al estrecho compañerismo– para que la humanidad pueda entender un poco en qué consiste la TriUnidad; otra –ligada a la sexualidad– para que pueda reproducirse para poblar la Tierra y procrear para mantener las generaciones a lo largo de esta Historia (compartiendo el proceso de creación como procreadores y la difícil relación padre-hijo); y una tercera –ligada a la responsabilidad– para que pueda reinar sabiamente en una unidad de complementos. Al terminar esta Historia, ya en los Cielos, transformados y glorificados, no necesitaremos más procrear. Y al estar ante la Presencia del Trío Celestial veremos y entenderemos (con mentes más capaces) lo que debamos entender respecto de DIOS y de su UNIDAD ABSOLUTA. Y todos, en una sociedad perfecta viviremos en compañerismo y pureza, como ya viven en el Universo todos los hijos de Dios en donde reina el amor.
Otros dos ejemplos de Pluralidad Divina al hablar: el primero es muy poderoso (sucede inmediatamente después de la caída):
“Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Y dijo Jehová Dios: ‘He aquí el hombre es como Uno de Nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre’. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.” (Gén. 3:21-23)
Hay versículos en el A.T. que muestran la pluralidad de Dios y que el pueblo hebreo [generalizo] ha ignorado. La Pluralidad Divina no fue “algo nuevo” en el N.T., solo fue mejor revelada, o resaltada, o más evidente dada la encarnación de “Uno de Ellos” (parafraseando el versículo). Pero es una Verdad existente que el mismo Moisés dejó escrito según lo que vio. En este versículo las palabras son: “Y dijo Jehová [H3068 YHWH] Dios [H430 ELOHIM, palabra plural]: ‘He aquí el hombre es como Uno [H259 EKJÁD] de[3] [H4480 MIN o MINNÍ; propiamente parte de; de aquí, (prep.), de o fuera de en muchos sentidos (como sigue):- de, de entre] Nosotros [H587 ANÁKJNU; nosotros, nosotros mismos.] RBPC1 [“pronombre, sufijado, plural, común, primera persona” (Morf. AFL[i])]’”.
Igual a Ellos no en cuanto a la naturaleza divina sino en cuanto al conocimiento de la existencia del bien y del mal; ahora la humanidad sufriría en carne propia lo que era ser presa del mal. La Divinidad le había advertido para que no cayera (por eso Satanás se ‘disfrazó’) pero el ser humano eligió desobedecer. “Y dijo Yahvé Dios: “¡Resulta que el hombre ha venido a ser como Uno de Nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal!’” (Jer 2001)
“Jehová Dios hizo”, “dijo Jehová Dios” y “sacó Jehová Dios” es como decir: “el matrimonio Estrunjen hizo la torta”, “el bufete dijo que lo defendería” y “la iglesia lo sacó del edificio”.
Como vemos, y como pasó en el cap. 1, Uno de Ellos habló con sus Pares. Dios no dijo: “el hombre ha venido a ser como Yo”; sino que dijo: “el hombre ha venido a ser como Uno de Nosotros” (Gén. 3:22pp LBLA). Una gran diferencia hay entre “Yo” y “Uno de Nosotros”: lo primero señala a un solo Individuo mientras que lo segundo señala dos o más Individuos. Aquí, la pluralidad de “Elohim” (“Dios” en plural, traducido en singular como si fuera un sustantivo colectivo español) no está indicada por verbos conjugados en la primera persona del plural como en 1:26 (“hagamos”) sino que está indicada con un pronombre plural: no solo se nota en la palabra “Dios” (que es plural) sino también en el pronombre plural en primera persona que usa la Deidad al hablar: “Nosotros”. Si fuera un solo Ser, el Señor hubiera dicho “YO” pero dijo “UNO DE NOSOTROS”, haciendo ver que DIOS no es una sola Persona Divina sino que consta de, como mínimo, Dos.
El otro ejemplo es similar al capítulo 1, donde Dios usa verbos conjugados en plural, dice:
“Y dijo Jehová: ‘He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero’. Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.” (Gén. 11:6-8)
En estos versículos tenemos otro ejemplo de Unidad. Los impíos habían llegado a ser uno; se habían unido para hacer el mal. Dice: “el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje”. Que “todos” eran “uno” no significa que se habían fusionado en una masa gigantesca sin forma como un monstruo que estaba actuando en contra de Dios. Sino que todos los impíos (la simiente de la serpiente de Gén. 3:15) se habían unido contra Dios y conspiraban juntos, todos se habían rebelado y estaban actuando en sublevación al Todopoderoso planeando maldad y rebelión. Eran uno en pensamiento, uno en naturaleza, uno en objetivo. Pero eran individuos. De hecho la palabra “uno”, aunque se puede traducir como “uno”, implica “unidad” en este contexto: “[H259] ekjád propiamente unido, i.e. ‘uno’”. Si bien esta unión existió para el mal, también sirve para ilustrar la unión que existe entre la TriUnidad: son Uno en pensamiento, Uno en naturaleza, Uno en objetivo.
De todas maneras, lo más impresionante aquí es el diálogo. Uno de Ellos habla interactuando con sus Pares Divinos, y entonces deciden y actúan. Uno de Ellos –hablando en plural respecto de Él y de sus Otros Compañeros de Equipo– “dijo”: “descendamos, y confundamos” y al estar todos de acuerdo, el Equipo “los esparció”.
Hemos visto cómo el Señor nos ha mostrado Su Pluralidad en solo tres pasajes bíblicos [¡y hay muchos otros!]. Tres ejemplos sobre el Trío Celestial. Tres ejemplos sobre un Dios Plural que se constituye de Individuos Celestiales.
4. Dentro del contexto inmediato de Gén. 1:26 se nota un ejemplo que luego va a ampliarse; un ejemplo –que ya vimos y que no está de manera arbitraria– íntimamente relacionado a lo anterior y que es el punto cuatro [aunque en realidad nos hayamos adelantado, por lo cual solo lo mencionaremos rápido]. Dice: “creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (v. 27).
“creó Dios al hombre […] lo creó”: primero habla que creó al “Hombre” como “Humanidad”, ambos en sentido de conjunto; sustantivos colectivos que implican el conjunto de todos los seres humanos. Como sustantivo colectivo se usa en singular: “lo creó”; creó al hombre, pero refiriéndose a toda la humanidad.
“varón y hembra los creó”: pero para que no queden dudas luego aclara: “varón y hembra” usando dos sustantivos comunes, “hombre” y “mujer”, y utilizando el objeto directo (“los”) en plural “los creó”, en completa contraposición al anterior, “lo creó”.
En paralelo, “el hombre es como Uno de Nosotros” dice también en Gén. 3. Pero aunque diga “el hombre” y el verbo esté en singular “es” realmente se refiere a Adán y a Eva, a los dos; ambos pecaron, ambos llegaron a ser como Uno de los Seres Divinos en cuanto a saber el bien y el mal, ambos cayeron en desobediencia, pero se dice que “el hombre cayó” o que “el hombre es”. Sustantivo colectivo que incluye al hombre y a la mujer. Por eso cuenta: “lo sacó Jehová del huerto del Edén”, pero en realidad los sacó a los dos.
Este versículo ejemplifica perfecto el tema plural versus singular. Como escribimos: “La humanidad fue hecha a imagen de Dios, no el varón ni la mujer, sino la humanidad; y por eso la humanidad se compone de pares que se complementan, “varón y mujer”. La ida y venida entre singular y plural, entre “hombre” (como humanidad) creado a imagen de Dios y “hombre y mujer” que reinan juntos, refleja al Trío Celestial.” Somos seres sociales que necesitan de un complemento. Porque fuimos creados como seres perfectos que aman a sus pares. Al ser creados así nos es un poco más fácil entender lo de este DIOS PLURAL: porque la humanidad fue creada a su imagen en carácter, perfección, santidad, apariencia general, compañerismo, dependencia, interrelación, unidad, reinado y creación (procreación). Al caer nuestros primeros padres casi todo esto se arruinó; aun así, los vestigios permanecen como tenues reflejos... como por ejemplo un matrimonio en el cual reina el verdadero amor, el respeto, el compañerismo y la co-dependencia, dentro del cual los individuos que lo componen se complementan, se cuidan y se necesitan y viven realmente unidos sin perder su individualidad.
Como un refuerzo de esta Pluralidad demostrada en el A.T. hay otro versículo (entre muchos otros) donde se mencionan dos Seres Divinos. Veamos:
“Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos” (Gén. 19:24)
Jehová decide enviar fuego sobre las ciudades caídas pero otro Ser también llamado Jehová es Quien lo lleva a cabo. “Jehová hizo llover […] fuego de parte de Jehová”. Un claro ejemplo de que comparten el Nombre. La decisión vino de parte de Jehová (el Padre) y Jehová (el Hijo) hizo llover fuego y azufre desde los Cielos. ¿Más claro? Imposible. Y ¿por qué comparten el Nombre? Porque Yahweh es el Nombre de DIOS, y como los Tres son DIOS, los Tres poseen el mismo Nombre: YHWH.
Conclusiones R3:
Evidencia: Gén. 1:26 es prueba de la Pluralidad Divina. Dios es un Dios Plural compuesto por Individuos, y por eso habla Uno conjugando los verbos en plural, por ejemplo “hagamos”, mientras conversa con sus Iguales.
Elohim: el solo hecho de que DIOS use para autodenominarse un sustantivo plural como si fuera uno colectivo, nos sugiere claramente que el que habla nos está señalando su Pluralidad; el que habla nos está señalando que pertenece a una Unidad Compuesta autodenominada Elohim (y no Eloaj, sustantivo que usa muy pocas veces).
El Creador: el Autor Material, el Todopoderoso Constructor del Universo fue Dios Hijo. Pero el que tomó la decisión de crear, el Arquitecto, fue Dios Padre. Y sabemos que Dios Espíritu estuvo presente (aunque no tenemos más información por ahora). Entonces, del Padre procede todo pero todo fue creado y es sustentado por el Lógos que es Cristo.
Fusión de naturalezas: de los Tres, es el Hijo el que se encarna porque fue el Autor material de nuestra creación, el Responsable directo de nuestra existencia; por eso, para lograr un puente que una la Divinidad (de la cual fuimos separados por nuestro pecado) con la Humanidad, se hace cargo de nuestra redención adquiriendo una amalgama de las naturalezas divina y humana que lo habilitaba a morir por nosotros. Jesucristo: “Hijo del Hombre”, “Hijo de Dios”.
El Arquitecto: el que habló fue el Padre, pero al hablar con sus Pares utiliza verbos conjugados en plural (“hagamos”, “confundamos”); cosa que vemos en otros versículos. También usa un adjetivo plural (“nuestra”). E incluso llega a usar un pronombre plural (“Nosotros”); una palabra que, además de sorprendernos, también debiera convencernos.
Variabilidad entre singulares y plurales: este juego trasluce la Pluralidad de Elohim, usando sustantivos en plural, verbos en singular y verbos en plural, y haciendo una analogía con la humanidad creada a imagen de Dios, que consta de seres complementarios que se unen en uno solo y, que al hablar de esto, también usa sustantivos comunes, sustantivos colectivos, verbos en plural y verbos en singular. Todo apunta a una Unidad Compuesta.
Imagen y semejanza: no solo se refiere al carácter perfecto y a la apariencia, sino también a esa unidad complementaria que los seres (varón y mujer) forman al unirse en matrimonio. La humanidad fue creada a imagen y semejanza de Dios; humanidad conformada por hombre y mujer que se unen en una sola carne.
Matrimonio: “los dos se funden en un solo ser”. Un claro ejemplo de lo que es ser uno y varios individuos a la vez, en este caso dos, es la unión matrimonial. Se fusionan en un solo ser, pero no de manera literal. Son dos y son uno al mismo tiempo; una analogía de Dios: los Seres Todopoderosos son Tres pero al mismo tiempo son Uno.
Jehovah Dios: el Nombre de Dios, que es YHWH (Yahweh o Jehovah), es compartido por los Seres Celestiales que lo componen. Para comprenderlo, como ya ejemplificamos antes, sería como ocurre en un matrimonio [o familia] en el cual, los individuos que lo componen comparten el apellido.
P4 - De acuerdo a 1 Timoteo 3:16 que dice: “Dios se manifestó en carne”. ¿Dios Padre se hizo carne? ¿Dios Hijo se hizo carne? Si fuera la segunda, ¿el Hijo se entrega?
R4 - Luego de todo lo que hemos estudiado y todos los versículos analizados, la respuesta es totalmente clara: ya hemos respondido esta pregunta. Pero mencionemos algunos pasajes para reforzar el asunto. La respuesta bíblica es la segunda: Dios Hijo es quien se hizo carne, y sí, se entregó. Veamos cada punto:
“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.” (1Tim. 3:16)
Y leamos tres versiones más para enriquecer nuestro entendimiento: “Grande es, sin duda, el misterio de nuestra religión: Cristo se manifestó corporalmente, su causa triunfó gracias al Espíritu, se apareció a los ángeles, fue proclamado a los paganos, fue creído en el mundo y exaltado en la gloria.” (BNP) “No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe: Él se manifestó como hombre; fue vindicado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria.” (NVI 1999) “Y sin falta, grande es el misterio de la piedad: Dios se ha manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los ángeles; ha sido predicado a los gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.” (NRV2000)
Para ahondar en el concepto, el Dicc. Strong aporta lo siguiente:
“Dios”: G2316 dseós de afinidad incierta; deidad, específicamente (con G3588) la Divinidad suprema; figurativamente magistrado; de hebreo muy:- Señor, Dios.
“Manifestado”: G5319 faneróo de G5318; hacer aparente (literalmente o figurativamente):- poner en evidencia, presentarse, aparecer, comparecer, conocer, demostrar, descubrir, manifestar, hacer manifiesto, mostrar.
“en”: G1722 en preposición primario denotando posición (fija) (en lugar, tiempo o estado), y (por implicación) instrumentalidad (como medio o constructivamente), i.e. relación de reposo (intermedio entre G1519 y G1537); «en,» a, sobre, por, etc.:- exhortación, interior, bajo, oscuramente, potente.
“Carne”: G4561 sárx probablemente de la base de G4563; carne (como despojada de la piel), i.e. (estrictamente) la carne de un animal (como alimento), o (por extensión) el cuerpo (como opuesto al alma [o espíritu], o como símbolo de lo que es externo, o como el medio del parentesco), o (por implicación) naturaleza humana (con sus debilidades [fís. o moralmente] y pasiones), o (específicamente) un ser humano (como tal):- carnal, carne, cuerpo, humano, naturaleza, sangre.
Las versiones traducen bien la idea: “Dios fue manifestado en carne”, “Cristo [debiera decir Dios o Señor] se manifestó corporalmente”, “Él [debiera decir Dios o Señor, pero su antecedente en el texto es “Dios”] se manifestó como hombre”, “Dios se ha manifestado en carne”. También se podría decir: “Dios se presentó como humano”.
a) “Dios se manifestó en carne”. Como dice en Génesis, Dios decidió salvar a la Humanidad desde antes de la fundación del mundo. “Uno de Ellos” [parafraseando Gén. 3:22] tuvo que convertirse en humano, tuvo que tomar la naturaleza humana para poder redimirnos; y solo Uno de Ellos debía hacerlo: la Segunda Persona de la TriUnidad Divina, el Hijo, pues es el Creador material, Él nos creó y es Autor Responsable de que existamos. Solo Él podía encarnarse.
“En un principio era el Verbo, y el Verbo estaba ante Dios, y Dios era el Verbo. En un principio Éste estaba ante Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él, nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En Él había vida, y la vida era la luz de los hombres. […] La Luz verdadera, que alumbra a todo hombre al venir al mundo, estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por Él, pero el mundo no lo conoció. A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron, pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no nacieron de sangres, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y el Verbo se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de Gracia y de Verdad.” (Jn. 1:1-5, 9-14 BTX)
Para comparar con otra versión: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con YAHWEH. Y la Palabra era YAHWEH. Él era en el principio con YAHWEH. Todas las cosas por medio de Él fueron hechas, y sin El nada de lo que ha sido hecho hubiera sido hecho. En Él estaba la vida, y la vida era la Luz de la humanidad. La Luz resplandece en la oscuridad, y la oscuridad no prevaleció. […] Esta era la luz verdadera, que da luz a todos los que entran en este mundo. Él estaba en el mundo; el mundo fue hecho por medio de Él, a pesar de esto, el mundo no le conoció. El vino a su propia tierra natal, y su propio pueblo no lo recibió. Mas, a todos los que le recibieron, a aquellos que ponen su confianza en su Persona y su poder, Él les dio potestad de convertirse en hijos de YAHWEH; no por herencia sanguínea, ni por impulsos físicos, ni por intención humana, sino porque YAHWEH así lo dispuso. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, y nosotros vimos su Shejinah [Shekinah], la Shejinah del único Hijo del Padre, lleno de inmerecida Misericordia y Verdad.” (Jn. 1:1-5, 9-14 "Kadosh")
Juan declara que Cristo Jesús, Quien es la Palabra, Quien estaba junto a Dios y Quien es Dios, se hizo humano y habitó entre nosotros. El verbo griego usado es “tabernaculizar”: “G4637 skenóo; acampar, i.e. (figurativamente) ocupar (como una mansión) o (específicamente) residir (como Dios lo hizo en el tabernáculo de la antigüedad, símbolo de protección y comunión):- extender su tabernáculo, habitar, morar.” El Dicc. Strong hace una correcta relación pues Juan utiliza este verbo a propósito para conectarlo con el Tabernáculo Terrenal. Doble interpretación:
por un lado, así como la gloria de Jehovah estaba en el Santuario, acompañando al campamento como el Dios de ellos; Jesús habitó entre la humanidad acompañándonos y enseñándonos como el Dios nuestro: Dios con nosotros. Dios extendió su tabernáculo para con nosotros. “Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento.” (Éx. 33:7)
por otro lado, así como el animal para el sacrificio –símbolo de Cristo– era traído del campamento –símbolo de la humanidad– y debía ser sin defecto, –representando la justicia y la santidad del Cordero de Dios–; así Jesús se hizo humano –tabernaculizó en el ‘campamento de la humanidad’– y tuvo una vida justa, santa y sin mancha mientras vivió en este mundo –mientras habitó en el campamento– para poder ser un Sacrificio de Olor grato a Jehovah para redimir al pueblo (humanidad). “Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová.” (Lev. 1:3) “Si su ofrenda para holocausto fuere del rebaño, de las ovejas o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá.” (Lev. 1:10) La ofrenda venía del campamento, Jesús tuvo que habitar en este mundo y vivir una vida perfecta. Si no lo lograba estábamos perdidos, sin chance alguna de salvación. Si Jesús no lograba vivir una vida sin pecado su sacrificio no hubiera sido viable. Pero por misericordia inmerecida ¡el Consolador lo ayudó en todo para que obtuviera la victoria! Porque fue “justificado en el Espíritu” (1Tim. 3:16) “su causa triunfó gracias al Espíritu” (BNP) “fue vindicado por el Espíritu” (NVI 1999) ¡Alabado sea Jehovah!
Entendamos que si el Hijo no se hacía humano no podía redimirnos por dos motivos importantes:
La redención solo puede ser hecha por un familiar directo: y Jesús no pertenecía a la Familia Humana, sino que pertenecía a la Familia Divina. Hasta no convertirse en un humano, no podía pagar el precio de nuestra salvación [ver Lev 25:47-49].
Dios es Eterno e Inmortal: si Jesús no se convertía en un ser humano, le hubiera sido imposible redimirnos pues como Ser Divino le era imposible morir [ver 1Tim. 1:15-17; 6:13-16].
“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de Vida (porque la Vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la Vida Eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido. Este es el mensaje que hemos oído de Él, y os anunciamos: Dios es Luz, y no hay ningunas tinieblas en Él. Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la Verdad; pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1Jn. 1:1-7)
Estrechamente conectado con Juan 1, el apóstol sigue escribiendo sobre el tema: aquel Verbo, aquella Palabra Creadora, se hizo carne para redimir a sus hijos.
Notemos el hincapié de Juan al mencionar Dos de las Personas de la Deidad: “nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”. Lo dice de tal manera que realmente se nota que habla de Dos Seres distintos y no de uno desdoblado ni del mismo ni cosas semejantes.
Además, Juan vuelve a escribir que Jesús estaba con Dios el Padre –no “dentro de Él”– y que se manifestó en la naturaleza humana para que, por su sangre, podamos ser limpiados de pecado.
“¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre. Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Y esta es la promesa que Él nos hizo, la vida eterna. Os he escrito esto sobre los que os engañan. Pero la unción que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él. Y ahora, hijitos, permaneced en Él, para que cuando se manifieste [segunda venida], tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de Él avergonzados. Si sabéis que Él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de Él. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él [Cristo] se manifieste [segunda venida], seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro. Todo aquel que comete pecado, infringe también la Ley; pues el pecado es infracción de la Ley. Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él. Todo aquel que permanece en Él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como Él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1Jn. 2:22-3:10)
Jesús se manifiesta dos veces: la primera en carne, que ya ocurrió; la segunda en gloria, para la cual falta muy poco.
En estos pasajes Juan otra vez enfatiza dos Personas; cada cual con actos particulares que cada Uno realiza para rescatar a la humanidad. El Padre sacrificó a su Hijo para deshacer primero las obras del diablo; pronto lo enviará otra vez para rescatar a sus hijos en la segunda venida. El Hijo se sacrificó voluntariamente para deshacer las obras del diablo y vencerlo; pronto volverá en gloria para rescatar a su pueblo.
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado [como humano] por Dios le guarda, y el maligno no le toca. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es Verdadero; y estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Verdadero Dios, y la Vida Eterna.” (1Jn. 5:18-20)
El profeta sigue hablando de dos Seres. Por un lado, Uno, que fue enviado para revelar cómo es el carácter del que lo envió. Por otro lado, Uno que es revelado a los demás en las enseñanzas y en el carácter del que mandó a la Tierra.
CUALIDADES INHERENTES COMPARTIDAS. El apóstol también deja ver que comparten las mismas cualidades porque la esencia de Ellos es la misma. Los Tres tienen naturaleza divina, los Tres son Luz, los Tres son Vida, los Tres son Eternos, los Tres son Amor, los Tres son Verdad. Con respecto a que son Verdad, dice acerca de la Tercera Persona de la Deidad:
“Y Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” (Jn. 14:16-17) “Pero cuando venga el Consolador, a Quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de Verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado Conmigo desde el principio.” (Jn. 15:26-27) “Pero Yo os digo la verdad: Os conviene que Yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en Mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, Él os guiará a toda la Verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.” (Jn. 16:7-15)
¡Qué perfecta unión hay entre Ellos! (Por eso, salvando las distancias, se lo compara con un matrimonio.) Aquí Juan habla de Tres Seres Divinos. No solo comparten el Nombre y su naturaleza divina, con todas sus cualidades inherentes, sino que su relación es íntima, completa y perfecta.
EL MISMO ATRIBUTO. Aquí por ejemplo, el profeta afirma que la Tercera Persona de la Divinidad también es Verdadero, lo llama “el Espíritu de Verdad” (Jn. 14:17). Pero en su primera carta es más específico, dice: “Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la Verdad.” (1Jn 5:6up) Pocos versículos después llamará también al Padre “el Verdadero” (1Jn. 5:20). Y Jesús mismo se llamó “la Verdad” (Jn. 14:6). Los Tres Seres comparten sus cualidades, atributos, derechos y características inmanentes, así como sus títulos y su Nombre.
Juan además realmente está hablando y describiendo a una Persona Divina: “para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad”, “el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce”, “vosotros le conocéis”, “cuando venga el Consolador”, “a Quien Yo os enviaré del Padre”, “Él dará testimonio acerca de Mí”, “el Consolador no vendría”, “cuando Él venga”, “convencerá al mundo”,
“cuando venga el Espíritu de Verdad”, “Él os guiará a toda la Verdad”, “no hablará por su propia cuenta”, “hablará todo lo que oyere”, “os hará saber las cosas que habrán de venir”, “tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Estos actos no pueden ser realizados por una fuerza. Juan está hablando de un Ser Racional, un Ser con Personalidad y con Mente Infinita, pues es Dios.
Conclusión: Probado está ya que Jesús también pertenece a la Deidad, que Él es Dios; y que las Tres Personas han trabajado y trabajan por nuestra salvación. Por lo tanto, que “Dios se manifestó en carne” nos señala dos cosas: 1) que el Hijo es Dios y se encarnó como un humano para iniciar el Gran Plan de Salvación; 2) que la “unidad Dios”, el “conjunto Dios”, pero en la Persona del Hijo, se acerca a la humanidad; por eso Jesús se llama Emmanuel: DIOS con nosotros.
b) ¿El Hijo se entrega? Sí; como vimos solo el Creador material podía tomar el lugar de sus criaturas y pagar el precio de su redención; y esto por su propia voluntad. Ya hemos visto varios versículos que hablan sobre esto –“el cual se dio a Sí mismo” (Gál. 1:4; Tit. 2:13-14), “se dio a Sí mismo en rescate” (1Tim. 2:6), “ofreciéndose a Sí mismo” (Heb. 7:27), “se ofreció a Sí mismo sin mancha a Dios” (Heb. 9:14)– pero mencionemos otra vez cuatro:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí.” (Gál. 2:20)
“Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a Sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” (Ef. 5:2)
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por ella” (Ef. 5:25)
Este que sigue completa el concepto de lo que incumbe este ofrecimiento:
“sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Fil. 2:7-8)
Jesucristo dijo sobre su entrega voluntaria:
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como Yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que Uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que Yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” (Jn. 15:12-15)
“Yo soy el Buen Pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y Yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi Voz; y habrá un Rebaño, y un Pastor. Por eso me ama el Padre, porque Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que Yo de Mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” (Jn. 10:14-18)
La Biblia es contundente con respecto a Jesús: sí, claramente Él se entregó por amor. Jesús declara: “Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que Yo de Mí mismo la pongo”. Su sacrificio fue voluntario. Nunca se escapó. Jesucristo podría haberse escapado fácilmente, pues, como Ser Divino, tenía todo el poder para destruir a todos si hubiera querido, o podría haberse elevado al Cielo y abandonar a la humanidad caída; sin embargo, nos amó tanto que murió en nuestro lugar. De hecho el diablo hacía que la multitud le gritara: ‘¡Bájate de la cruz!’, pues éste no quería ser vencido.
“Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: ‘Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a Ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz’. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: ‘A otros salvó, a Sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él’.” (Mt. 27:39-42)
Durante la pasión y crucifixión del Señor, Satanás buscaba que Jesús pecara (haciendo inválido su sacrificio) o que renunciara a morir por los impíos y se fuera o que bajando de la cruz arruinara la “compra por sangre” del pecador. Si Jesús vencía en la cruz, su enemigo recibiría la herida de Gén. 3:15; y Satanás no quería perder, pues a largo plazo, le significaría la muerte eterna. Pero Jesús, a pesar del gran dolor que estaba sufriendo, de la terrible angustia agónica y del total desamparo del Padre (por estar cargando todos los pecados de la humanidad y por estar “bebiendo la copa de la ira divina” contra el pecado), aun así, “se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y [terrible y humillante] muerte de cruz”. A pesar de todo esto continuó con el Plan trazado en los Cielos por la Deidad. ¡Alabado sea por su Amor! ¡No nos desamparó! ¡No nos dejó sin rescate!
Cristo se entregó. Pero el plan de redención fue ideado en conjunto: por ejemplo, a Dios el Padre no le fue fácil entregar a su Hijo. Así como Isaac se entregó en sacrificio (pues él, siendo más joven, podría haberse escapado fácilmente y no lo hizo), Abraham luchó consigo mismo para entregar a Isaac. Esta historia tipológica nos ayuda a entender un poco lo que sufrió la Deidad. El Padre castigando a su Hijo en lugar del pecador, el Hijo dejándose matar tomando nuestro lugar, y el Consolador fortaleciéndolo para conseguir la victoria. En semejante escena de escarnio, dolor y muerte, Ninguno detuvo el Plan. ¡Alabado sea Dios!
De todas maneras, es el DIOS PLURAL el que nos salva.
LA GRACIA: TRABAJO EN CONJUNTO. Como dijimos en la pregunta 1, según Gálatas 1:3-5 la entrega fue por parte de los Tres: el Padre entregó a su Hijo, pero a su vez el Hijo se auto-entregó, y el Espíritu lo sostuvo y ayudó para cumplir con su misión. Esto se nota si vemos de Quién o Quiénes viene la Gracia:
Romanos 1:7 es un ejemplo de que la gracia viene del Padre. “Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre”.
El Hijo se entregó a Sí mismo y se encarnó para darnos la posibilidad de ser redimidos, por eso la gracia también viene de Jesús: “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.” (1Tes. 5:28)
Pero la gracia también viene del Espíritu. “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de Gracia?” (Heb. 10:29)
La Redención es obra de las Tres Personas de la Divinidad, cada Una con sus funciones particulares. La función del Espíritu era velar para que Jesús se mantuviera fiel, darle poder, sostenerlo ante la adversidad y la prueba, ayudarlo para obtener la victoria sobre la tentación, revelarle poco a poco el Plan, prepararlo para su sacrificio, etc… Pablo declara que el Consolador ayudó a Jesús mientras estuvo en la Tierra:
“¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu Eterno se ofreció a Sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios Vivo?” (Heb. 9:14)
Cristo fue: “justificado en el Espíritu” (1Tim. 3:16pm) “su causa triunfó gracias al Espíritu” (BNP)
Es decir que también somos salvos por la gracia del Espíritu pues Él forma parte esencial del Plan de Redención. El Espíritu ayudó a Cristo, cuando estuvo en la Tierra, para mantenerse sin mancha y así poder pagar el precio ante Dios el Padre, Quien le dio a beber la copa de la ira por el pecado, copa que nosotros debemos beber. Y ahora el Espíritu vela por nosotros.
LA COPA DE LA IRA. El impío “beberá” de la ira divina porque rechazó al Salvador. Solo el redimido podrá zafar de la copa, porque en su lugar la tomó Cristo. “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: ‘Padre mío, si es posible, pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú’.” (Mt. 26:39) Además de estar claro que no está hablando Consigo mismo, también se deja en claro que ya cerca del momento, la prueba era tan difícil como para “no beber la copa de la ira”.
“Jesús entonces dijo a Pedro: ‘Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?’” (Jn. 18:11) “Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos.” (Ap. 15:7) “Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: ‘Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios’.” (Ap. 16:1)
Los injustos rechazaron a Cristo, Quien bebió de la Copa de la Ira para redimir a los que aceptaran su sacrificio sustitutorio. Por rechazarlo, ellos mismos deben de beber la copa de la Ira Divina. En la segunda venida de Jesucristo, se ejecutarán juicios divinos “preliminares”, previos a la destrucción final luego del milenio, como parte introductoria de la última copa de la Ira Divina.
Luego del milenio, todos los injustos y los demonios beberán de la copa final de la ira en el lago de fuego (Ap. 20) y serán destruidos para siempre; y el universo será purificado del pecado, la rebelión y la maldad para siempre.
LA GRACIA VIENE DE LOS TRES. Si releemos los textos de Romanos dicen: “Gracia [járis] y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo, que se entregó por nuestros pecados, para sacarnos de la perversa situación presente, según el deseo de Dios nuestro Padre; a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (BNP)
La gracia y la paz, la voluntad de reconciliación y la obra de redención, vienen de la Deidad Toda. Los Tres Todopoderosos están preocupados por nosotros (aunque no lo merezcamos). No por nada “también el Espíritu ayuda nuestra debilidad, pues no sabemos qué orar como conviene, pero el mismo Espíritu intercede con gemidos indecibles; y El que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque intercede por los santos conforme a Dios.” (Rom. 8:26-27 BTX). Si al Consolador no le interesara nuestra salvación, no intercedería cuando oramos ni nos ayudaría ni nos fortalecería: nuestras oraciones serían sin sabiduría, imperfectas, pecaminosas. ¡Qué terrible! Él nos convence de pecado y nos da el don del arrepentimiento. El Consolador nos transforma y nos santifica. Así que, de Dios Espíritu también viene la Gracia: aún más, Hebreos 10:29, como estudiamos, lo llama el “Espíritu de gracia” [G4151 pneúma y G5485 járis]: “járis” es la misma palabra griega usada en Rom. 1:7 en referencia al Padre y al Hijo.
Por lo tanto, la gracia viene de Dios, de la Deidad Toda, de la Divinidad Entera, de la Tres Personas que nos aman con toda misericordia. Dada esta maravillosa Verdad, es que nuestro Salvador recibió los Santos Nombres de Jesús y de Emmanuel: Nombres con gran contenido, que están íntimamente relacionados con que “Dios” se haya “manifestado en carne” (1Tim. 3:16pm).
DIOS CON NOSOTROS. Al encarnarse el Mesías, además de ser llamado Jesús (o Josué), que significa Jehováh salva, se le da otro nombre, Emmanuel.
“He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: ‘Dios con nosotros’.” (Mt. 1:23)
El ángel le indica cuál sería su nombre:
G1694 Emmanouél de origen hebreo [H6005]; Dios con nosotros; Emanuel, un nombre de Cristo:- Emanuel.
H6005 Immanuél de H5973 y H410; con nosotros (está) Dios; Emmanuel, nombre típico del hijo de Isaías:- Emanuel.
Y realmente con nosotros estuvo Dios y con nosotros sigue estando, pues Dios se acercó a la humanidad con el fin de redimirla.
Puntuemos un resumen y analicemos el alcance conceptual del nombre Emmanuel:
En un sentido específico, es “Dios con nosotros” porque el Hijo, siendo Dios, se manifestó como humano. Dios Hijo está con nosotros a tal punto que hasta se despojó de su divinidad (por un tiempo) para convertirse en uno de nosotros para formar parte de la familia humana. Dios Hijo toma nuestra naturaleza y se nos acerca.
En otro sentido, mucho más abarcante, es “Dios con nosotros” porque el Trío Celestial en conjunto pone en funcionamiento la primera etapa del Plan de Redención para rescatar a la creación caída (y también las subsiguientes etapas). En este sentido, Elohim, el Dios Plural, se acerca a la humanidad.
OBRA CONJUNTA. La TriUnidad conjunta trabaja en favor de la salvación del Hombre. “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.” (Rom. 1:7up) “Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.” (Tit. 1:4) “Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.” (Jud. 1:19-21) “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” (2Cor. 13:14) Aquí se ve a los Tres actuando en favor del creyente. [Reiteremos que, por mera simplificación de nombres, a veces se usa “Dios” en referencia al Padre. | Y aclaremos que solo puede tener comunión un Ser Personal. Una fuerza no puede tener comunión con nada.]
En los pasajes siguientes se nota la obra conjunta de cada Una de las Tres Personas Divinas para salvar a la humanidad.
“Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan: cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él.” (Hch. 10:37-38)
Un ejemplo nítido: los Tres están actuando para salvarnos de las garras del Enemigo, los Tres trabajan por nuestra libertad del pecado y nuestra redención.
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de Su Voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de Su Voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en Sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En Él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de Su Voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de Verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras [la garantía] de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” (Ef. 1:3-14)
Dios el Padre nos adopta por medio de la sangre redentora de Cristo por la obra transformadora del Espíritu, Quien es la garantía de nuestra redención: gozar de la Compañía, de la Protección y del Auxilio del Consolador es el aval de la herencia de vida eterna, etc. Es como si ya estuviéramos en el Reino de Dios. Los Tres trabajando para nuestra salvación.
“Y si invocáis por Padre a Aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, Quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la Verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” (1Ped. 1:17-23)
Dios Padre nos juzga según nuestra conducta, pero si nos conducimos con temor y santidad en nuestra vida y aceptamos el rescate hecho por la sangre de Cristo, entonces el Santo Espíritu comienza su obra de purificación y transformación en nosotros para que por medio de la Verdad que encontramos en las Escrituras podamos renacer y ser transformados en obediencia y comunión por el poder del Espíritu en Cristo Jesús. Los Tres trabajando para nuestra salvación.
Entonces, Jesucristo –llamado Emmanuel porque ‘Dios tabernaculizó con nosotros’– se ofreció a Sí mismo, encarnándose para vivir una vida justa mediante la ayuda y el poder del Espíritu y así pagar el precio de nuestra muerte en la cruz, para reconciliar al Padre, el Juez de todos, con la Humanidad:
“como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la Luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la Luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la Luz y no viene a la Luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la Verdad viene a la Luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” (Jn. 3:14-21)
El Padre envía a su Hijo para reconciliar al pecador con Él; pero lo envía porque el Hijo quiso hacerlo.
De paso, en estos textos bíblicos se muestran las dos naturalezas de Jesucristo: “Hijo del Hombre” (humanidad) e “Hijo de Dios” (divinidad).
Y por todo esto es Emmanuel: la Deidad, Dios, Elohim, se acercó a la raza caída. La TriUnidad salva al hombre por el sacrificio de Jesús. Así que, “Jesús” es “Emmanuel”, es decir, “Jehovah salva” es “Dios con nosotros”; y ambos Nombres, en realidad, tienen un significado doble:
Específico:
Dios con nosotros: porque Cristo, siendo Dios, se encarnó; la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros;
Jehová salva: porque Jehovah, el Hijo, el Gran Yo Soy del A.T., se hizo hombre para salvarnos. Y,
General:
Dios con nosotros: porque el Dios Plural trabaja conjuntamente para salvar al pecador; acercándose al pecador y actuando por el pecador arrepentido.
Jehová salva: porque siendo que comparten el mismo Nombre, los Tres actúan para rescatarnos.
¡¡Alabado sea el Nombre de Dios: Jehovah de los Ejércitos!!
Conclusiones R4:
Dios se hizo carne: verdaderamente Dios se manifestó en carne, es decir, se hizo humano [el cómo no fue revelado, pero se nos dice: “Respondiendo el ángel [a María], le dijo: ‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios’.” (Lc. 1:35): el Hijo vino, enviado por el Padre y engendrado por el Espíritu.]
Se encarnó el Hijo: el que se manifestó en carne fue el Hijo porque solo el Creador material, el Responsable directo de nuestra existencia, podía hacerse cargo de la redención del hombre.
Fusión de naturalezas: los títulos-nombres “Hijo de Dios”, “Jesús” [Jehovah salva] y “Emmanuel” [Dios con nosotros] muestran la naturaleza divina de Cristo y los títulos “Hijo de Hombre” y “Jesucristo Hombre” señalan la naturaleza humana de Cristo.
Puente y Escalera: la combinación de naturalezas de Cristo es el puente o la escalera para reconciliar la humanidad redimida con Dios, para volverla a unir y restituirla a la Presencia de Dios.
El Pariente Cercano: el Hijo tuvo que convertirse en humano por dos razones fundamentales: una, porque como Dios no puede morir pues es Inmortal, y otra, porque pertenecía solo a la familia divina; y para poder redimirnos debía pertenecer a nuestra familia, debía ser un “pariente cercano”; por eso ahora Jesucristo pertenece a las dos familias, la humana y la divina.
Dios con nosotros: el Trío Celestial obra por la salvación de todos. No Uno solo, sino los Tres en conjunto trabajan en el Plan de Redención. Los Tres son parte fundamental del Plan, cada Uno en su función.
Jehovah salva: el Nombre de Dios es Jehovah o Yahweh (en realidad YHWH); y cada Uno de sus Integrantes comparten el Nombre. Y como la gracia viene de los Tres, del Dios Plural, es exacto el significado del Nombre de nuestro Salvador [Jesús o Josué].
Sacrificio voluntario: el Hijo se entregó por amor a nosotros. El Padre jamás lo hubiera obligado. Jesús mismo declara: “Yo pongo mi vida […] Nadie me la quita, sino que Yo de Mí mismo la pongo”.
Campamento y Tabernáculo: la tipología o analogía que se encuentra en el Santuario Terrenal es detallada. Uno de los detalles era que el animal del sacrificio venía del campamento, símbolo del mundo en el cual vive la humanidad, y otro detalle era que ese animal no podía tener mancha ni defecto, símbolo de la justicia de Cristo mientras vivió en este mundo. Todo apuntando a Cristo Jesús que vivió en este mundo (hizo campamento o tabernaculizó) y que fue justo, haciendo válido su Sacrificio Redentor.
LA INVESTIGACIÓN CONTINÚA…
DIOS TE BENDIGA…
En la tercera parte veremos los anexos: I. Unidos como Uno, II. Funciones Particulares, III. Un Malentendido que Arruina Todo, IV. La Eternidad Inherente de Cristo, V. Los Dos Señores de David, VI. El Hijo del Hombre ante el Juez, VII. Tres Ejemplos del Trío Celestial en el N.T. y VIII. La Tri-Unidad en el A.T. (Algunos Ejemplos).
Investigado y escrito por Analía E. Piquard
para Misioneros del Fuerte Clamor
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NOTAS AL FINAL:
[1] “H3068 יְהוָֹה Yejová de H1961; (el) auto Existente o Eterno; Jehová, nombre nacional judío de Dios:- Jehová, el señor. Compárese con H3050, H3069.”
[2] “G5287 ὑπόστασις jupóstasis de un compuesto de G5259 y G2476; sentarse bajo (soporte), i.e. (figurativamente) concretamente esencia, o abstractamente asegurar (objetivamente o subjetivamente):- certeza, confianza, sustancia.”
[3] Definición completa: “H4480 מִן min o מִנִּי minní; o מִנֵּי minnéi (constr. plural) (Isa_30:11); por H4482; propiamente parte de; de aquí, (prep.), de o fuera de en muchos sentidos (como sigue):- a causa de, al, de, del, desde, después, de entre, ni, no, nunca, por, que.”.
[i] Morf. AFL: Diccionario de Códigos de Análisis Morfológico ANDERSEN-FORBES Y LOGOS. (Francis I. Andersen y A. Dean Forbes) Logos Bible Software, 2005-2006. Módulo para e-Sword.
Notas al final de la parte anterior:
Todas las citas bíblicas se encuentran en la versión Reina Valera revisión 1960 (RV1960), salvo indicación contraria.
Dicc. Strong: Diccionario Strong: “Palabras hebreas, arameas y griegas del Antiguo y Nuevo Testamento y su traducción en la Versión Reina Valera 1960 de James Strong”. Módulo (2002) para e-Sword.
Para descargar gratis el programa e-Sword y sus módulos de Biblias, Diccionarios, Comentarios, Mapas, etc. acceder desde: https://www.e-sword.net/
"up"= última parte del versículo. | "pp"= primera parte del versículo. | “pm”= parte media del versículo.
DPD: Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) de la RAE, 2005. Disponible en: http://www.rae.es/recursos/diccionarios/dpd
Comentario DHH: Comentario para La Biblia de estudio Dios Habla Hoy - Notas al Pie e Introducciones a los Libros, 1994. Módulo para e-Sword.
DLE: Diccionario de la Lengua Española, Edición del Tricentenario, Actualización 2017. Disponible en: http://www.rae.es
PLUS de FOTOS de la TRINIDAD CATÓLICA en CATEDRALES
en las cuales se esconde que uno de ellos es mujer:
De la aberrante doctrina de la trinidad católica –que sostiene que el Padre engendró al Hijo en un momento de amor de autosatisfacción y que ambos, en una relación de amor homesexual e incestuosa procrean al Espíritu; propio de las mitologías politeístas– se desprende un trasfondo también idólatra –arrastrado desde Babel y que se ha trasladado a casi todas las religiones del mundo– que es que el Espíritu Santo es mujer: o sea, la trinidad babilónica de padre-madre-hijo (Nimrod-Semiramis-Tamuz o Sol-Luna-Estrella).
Imágenes:
1) En el centro, entre el Padre y el Hijo aparece el Espíritu como una mujer. Incluso la imagen es obscena porque los mantos forman el genital femenino en la parte inferior, típico de las diosas de las distintas mitologías.
2) En esta escultura, en el extremo derecho, se muestra al Espíritu como mujer: hijo-padre-madre.
3) En el extremo derecho, otra vez se muestra la trinidad hijo-padre-madre, haciendo en la escultura al Espíritu con formas femeninas.
Esta pintura y estas esculturas se encuentran en tres catedrales. Sin embargo, lo que la iglesia católica generalmente sostiene es lo mencionado entre "–". Es decir, que las Tres Personas no son Eternas sino que uno preexistió al resto. Que éste, por un acto de autosatisfacción engendra al hijo y que luego, en un acto de amor entre ambos, engendran al tercero.
Estos actos –que se dejan ver como sexuales (el primero, autosatisfactorio por no usar la otra palabra) y que, entre las dos personas se percibe como un acto homosexual e incestuoso porque la relación es padre-hijo– son típicas en las religiones oscurantistas e idólatras.
Tengamos en cuenta que Satanás siempre pervierte lo Verdadero y Original. Siempre pervierte la Realidad Celestial, la Verdad y la Santidad. Ante el sábado, por ejemplo, impone el domingo. Por eso, sabiendo que son Tres Personas Todopoderosas, Eternas y Omnisapientes, lo modifica en varias formas:
una sola persona que se manifiesta de varias formas,
dos personas más una fuerza que fluye de ambos,
una persona eterna del cual surge el segundo y de los cuales surge el tercero,
tres personas como padre-madre-hijo;
esta última doctrina se origina en Babel y, al confundir las lenguas y esparcirlas por el mundo, esta falsa creencia se lleva a todas las antiguas culturas pasando de generación engeneración. Un ejemplo claro son las mitologías, fácilmente paralelas donde prácticamente solo cambian los nombres...
FIN DEL PLUS
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